Teresa Guerrero/ Acento.com.do SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A pesar de la sacralidad que desde el catolicismo se reviste la Semana Santa, esta celebración no desluce las manifestaciones mágico religiosas comunes en nuestra cultura mulata.

Muestra manifiesta son los gagá celebrados en distintas zonas bateyeras del país. Esta práctica cultural que integra música y baile ritual, está también circunscrito al vudú. El término “gagá” procede de la corrupción castellanizada del creolé “rará”. Esta práctica lúdica y religiosa de la Semana Santa es tradición del Departamento L’Artibonite en Haití.

Parecido a una comparsa carnavalesca desfila por las calles y caminos vecinales de paraje en paraje reclutando músicos y bailarines. Los instrumentos utilizados en la música gagá son tambores, fututos (trompeta de bambú), pitos y caracoles.

Carlos Andújar, reconocido antropólogo, explica que “el gagá es un culto muy complejo, que comienza con una petición de solicitud que hace el sacerdote. Un mes antes de la procesión, en los bateyes comienza los calentamientos . Quien dirige el gagá es casi siempre un sacerdote vudú”.

El dirigente del gagá se dirige a un cementerio para que el “Barón” (primer difunto del camposanto) le entregue un espíritu protector, que será introducido en un macuto que será cargado durante toda la procesión para que les proteja.

“La persona responsable de preparar el brebaje también hace su recolección de plantas para preparar ese brebaje que se prepara de jueves para viernes. Ese brebaje se le pone en la frente a los que participan en el gagá” continúa explicando Andújar.

A pesar de que muchos dominicanos se integran a la procesión, gran parte de la población rechaza las procesiones de gagá, generado por varias razones; una de ellas es el rechazo a la africanía y otro motivo es lo complejo de entender que resulta el rito.

Empero, la discriminación a esta práctica cultural, el gagá como manifestación sonora ha influenciado la producción musical dominicana. Junto a los atabales, constituye la música raíz de mayor popularidad.

El fenómeno de que durante la Semana Santa, exista una manifestación que integre música, bailes sensuales e ingesta de alcohol, Andújar le relaciona a las mentalidades caribeñas y latinoamericanas. “Somos pueblos bullangueros , festivos  y por la manera rígida en que la iglesia manejó el tema, produjo una ruptura que degeneró en la negación” expresó el investigador.